Cuando se hace referencia a los ingresos brutos, no solo se está refiriendo a los producidos como resultado de las ventas, sino de toda enajenación clasificable en las cuentas de resultado. Se define el ingreso bruto, como: «incrementos patrimoniales obtenidos antes de deducir cualquier concepto de gastos.», en tanto que los ingresos netos los define como: «Importe de los ingresos brutos realizados, menos los descuentos, rebajas y las devoluciones».